En este año tan distinto, los niños nos han dado una gran lección de adaptación, optimismo, creatividad y alegría.
Nos han enseñado que aunque la vida se tiña de gris podemos pintarla de colores:
viven el presente,
disfrutan de las cosas pequeñas y valoran lo realmente importante.
Debajo de las mascarillas siempre llevan una sonrisa.
Os invitamos a descubrir el poder terapéutico del Arte tan necesario en estos tiempos y la importancia de EDUCAR CON EL CORAZÓN.
Para todos nuestros niños:
¡Un gran aplauso de colores!